Una batalla llamada Amor.

Vivo de ilusiones que me das cada día con tus besos en la mañana.
Creo cada mentira de amor que de tu boca sale.
Me envuelvo en una inocencia que solo tus manos provocan.
Me rindo a esta batalla a la cual llaman amor.

Detesto ser tan débil al perfume de tu cuerpo.
Me debilito con los besos que bombardean mi cuello.
Creo tus mentiras envueltas con el sonido de tu voz.
Me estremezco con tu cuerpo sobre el mío.

Creo en los cuentos infantiles y con final feliz cuando me prometes amor eterno.
Me emociono cuando dices que tu lugar es a mi lado.
Siento que esto es una mentira pero creo que puedo cambiarla.

La yema de tus dedos sobre mi cara me desespera de una manera cariñosa y excitantes.
Tus besos me refugian por unas horas pero la mentira en mi corazón vuelve a aparecer.
La transpiración de mi cuerpo son las lágrimas que nunca llore.
El clímax es la escena final que nunca te grite.

Rómpeme en mil pedazos con las mentiras de tu boca.
Rómpeme en mil pedazos con el perfume de otra persona en tu ropa.
Rómpeme en mil y un pedazos pero no trates de volverme a armar.
Rómpeme pero no voy a volver, rómpeme pero no volveré a caer.